Las pipetas permiten la transferencia de un volumen generalmente no mayor a 20 ml de un recipiente a otro de forma exacta. La función principal de la pipeta es medir la alícuota de un líquido con bastante precisión. Del mismo modo, junto a la pipeta se utiliza la propipeta. Es un instrumento de laboratorio que permite succionar el líquido y, de esta manera transferir todo tipo de líquidos de un envase a otro. No obstante, también se puede usar la pera de succión que posee la misma función de la propipeta. La función de ambas herramientas es evitar la succión con la boca de líquidos venenosos, tóxico, corrosivos o que emitan vapores.